La ganadería tiene sus orígenes en 1843, cuando Diego Hidalgo Barquero comenzó a criar reses de casta Vistahermosa y Vazqueña, dos de las más emblemáticas del campo bravo. A lo largo de los años fue pasando por distintas manos, cada una aportando su experiencia y su visión, hasta consolidarse como una ganadería con historia, carácter y personalidad propia.

Durante el siglo XX vivió una gran transformación, incorporando reses de diferentes líneas y adaptándose a los nuevos tiempos, sin perder la esencia del toro bravo. Hoy sigue siendo un referente en la crianza de ganado de lidia, con un hierro que representa más de siglo y medio de tradición, trabajo y pasión por el campo y la tauromaquia.